“El marunguey fue, probablemente, un superalimento durante la época precolombina en las Antillas Mayores y, quizás, en algunas Antillas Menores. Sabemos que el alimento confeccionado con el marunguey no solo proveía carbohidratos, sino también una buena fuente de proteínas, por medio de las larvas que se consumían, y todo esto en un mismo platillo”
El arqueólogo puertorriqueño Jaime Pagán Jiménez experto en paleoetnobotánica y arqueología de la Facultad de Arqueología, en la Universidad de Leiden, Holanda, se ha dedicado a estudiar las plantas en la alimentación taína. Más allá del maíz, la batata y la yuca junto a su derivado, pan de casabe, el maranguey. Esta planta es evidenciada en las crónicas de Fray Bartolome de las Casas y Fray Inigo Abbad Y Lasierra.
Según Pagán Jiménez, las tres especies de zamia nativas que hay en Puerto Rico (Zamia portoricensis, Zamia erosa y Zamia pumila), son nombradas como marunguey.

La conocida Zamia portoricensis se encuentra listada como especie en peligro de extinción y es una especie nativa de Puerto Rico. El nombre de marunguey fue el nombre que le dieron nuestros antepasados y como aún se le conoce en muchos de nuestros campos puertorriqueños. Mientras en la hermana astilla Republica Dominicana la conocen como guáyiga y en en las Isla Bahamas es llamada coonti.
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